Por: Héctor Olivo | Después de una amplia ronda de exposiciones de una gran parte de los 37 miembros que asistieron a la reunión del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana del lunes 26 de agosto, el ex presidente de la República, Danilo Medina, moderador de la reunión, con las anotaciones de las exposiciones de los integrantes del organismo, presentó una síntesis de lo tratado.
Esa exposición tenía también argumentos de las consultadas que el ex mandatario hizo a compañeros de Partido y conocedores de la constitucionalidad.
Luego de la exposición sometió la propuesta a votación, recibiendo la misma el respaldo unánime de los participantes.
En el histórico encuentro hubo una propuesta que también se sometió a votación y se aprobó a unanimidad. Que fuera el propio Danilo Medina quien diera a conocer a la opinión pública lo aprobado.
Se ordenó enviar a la Secretaría General el borrador del documento para limpiarlo y entregar a los comunicadores una copia limpia de la documentación.
Mientras eso se hacía los periodistas aguardaban el aviso para penetrar al salón Bienvenido Sandoval, como sucedió.
El Secretario General del PLD Charles Mariotti, es quien dice a los periodistas que sería el Presidente del Partido quien daría a conocer lo que decidió el Comité Político en su reunión extraordinaria.
Un documento de cuartilla y media, bien estructurado con un rechazo argumentado a la propuesta de reforma a la Constitución del Gobierno y en la que el Comité político, responsable del día a día en materia política del PLD, insiste en que la mejoría de las condiciones de vida de la mayoría de la población dominicana debería ser la prioridad del gobierno nacional, así como de las principales fuerzas sociales y políticas del país.
No podía ser otra la respuesta, el PLD no puede identificarse con una gestión de gubernamental cuyo presidente solo piensa en lo cosmético y buscar aceptación y popularidad y soslaya una población saturada de problemas e inconvenientes como la comida cara, apagones, precariedad en los servicios de salud y la inseguridad ciudadana, la falta de educación.
Ser la cabeza de un gobierno de ocho años de progreso, bienestar, paz y tranquilidad, que tramitará la aprobación decenas de leyes complementarias de la Constitución y que legisladores de su Partido impulsaran una modificación constitucional con el respaldo de fuerzas opositora, le ofrecen de sobra calidad a Danilo Medina para asumir la vocería de lo que decidió su partido y le sobran razones y argumentos para rechazar un proyecto de reforma que nadie ha pedido y que no es prioridad.