Redacción.- El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) informó que el indicador mensual de actividad económica (IMAE) registró una expansión de 4.8% durante el mes de julio del 2024, acumulándose un crecimiento promedio interanual de 5.0% en los primeros siete meses del año.
La entidad monetaria aseguró que este comportamiento ha tenido lugar en un entorno de estabilidad de precios como resultado de las políticas monetaria y fiscales implementadas, lo que ha permitido sortear de manera oportuna los factores de riesgo para el desempeño de la economía dominicana.
En este sentido, puntualizó que la trayectoria observada por la actividad económica muestra la resiliencia del aparato productivo nacional ante el contexto mundial actual, en el cual las tasas de interés en los mercados internacionales permanecen relativamente elevadas con respecto a lo previsto a principios de año, además de que las expectativas de los agentes económicos se han visto afectadas por la incertidumbre asociada a los conflictos geopolíticos en el Medio Oriente y Europa del Este, lo cual se ha reflejado en una mayor volatilidad en los precios de las materias primas.
A pesar del panorama global, Estados Unidos de América (EUA), el principal socio comercial del país, ha mostrado señales positivas en sus principales indicadores macroeconómicos. En este tenor, las expectativas sobre una posible flexibilización de las condiciones financieras internacionales se mantienen favorables, ante un panorama más claro sobre los próximos ajustes en la política de la Reserva Federal (Fed) que no alterarían la tendencia de la inflación hacia el objetivo del 2%.
Esto ha sido respaldado por el presidente de la Fed, quien en su más reciente alocución en la conferencia económica anual en Jackson Hole, Wyoming, afirmó que “ha llegado el momento de que la política se ajuste” y los recortes de tasa de interés estarán supeditados a la evolución de corto plazo de las perspectivas y el balance de riesgos. En efecto, esto brindaría mayor libertad para implementar políticas monetarias a nivel doméstico, apoyando el crecimiento económico sin comprometer la meta inflacionaria.