El Alzheimer, una enfermedad frecuente en personas mayores de 65 años, ahora afecta a las personas entre los 40 y 50 años. Especialistas informaron que en la República Dominicana hay aproximadamente 90,000 personas con demencia por esta enfermedad.
Los expertos indicaron que esta tendencia de menos edad se debe a altos niveles de estrés y a malos hábitos como son el consumo de alcohol en exceso, fumar, falta de ejercicios, falta de lectura, lesión cerebral, contaminación ambiental, poco contacto social, baja escolaridad, hipertensión, diabetes, depresión, discapacidad auditiva y obesidad.
Un estudio determinó que las experiencias estresantes en la mediana edad o durante la infancia pueden estar asociadas a un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer y neuroinflamación, respectivamente. Esta es una de las conclusiones de la investigación publicada por Annals of Neurology.
Los acontecimientos vitales estresantes son aquellos en los que amenazas externas objetivas activan respuestas conductuales y psicológicas en nosotros, por ejemplo, la muerte de un ser querido, el desempleo o la enfermedad. Cada vez hay más pruebas de que el estrés podría estar asociado a un mayor riesgo de demencia y deterioro cognitivo.
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La mediana edad como periodo vulnerable
Los análisis estadísticos revelaron que la acumulación de acontecimientos estresantes durante la mediana edad se asociaba a niveles más elevados de proteína β-amiloide (Aβ ), un factor clave en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
«Sabemos que la mediana edad es un periodo en el que empiezan a acumularse las patologías relacionadas con la enfermedad de Alzheimer. Es posible que estos años representen un periodo vulnerable en el que experimentar estrés psicológico pueda tener un impacto duradero en la salud cerebral», afirma Eleni Palpatzis, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
Estrés infantil y neuroinflamación
El equipo de investigación también descubrió que niveles más altos de experiencias estresantes en la infancia estaban asociados con un mayor riesgo de desarrollar neuroinflamación en edades más avanzadas. La inflamación se ha reconocido como una respuesta molecular clave en las enfermedades neurodegenerativas y estos resultados están en consonancia con las nuevas pruebas que sugieren que los traumas infantiles están relacionados con un aumento de la inflamación en la edad adulta.