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Hasta la fecha, las fuerzas de Kiev han perdido más de 6.600 soldados y 73 tanques en su ofensiva transfronteriza.
La incursión del Ejército ucraniano en la provincia rusa de Kursk tuvo un alto coste: las fuerzas de Kiev han perdido más de 6.600 soldados y 73 tanques en su ofensiva transfronteriza, según la última estimación publicada el martes por el Ministerio de Defensa ruso.
Las tropas ucranianas invadieron la provincia rusa de Kursk el 6 de agosto, en el mayor ataque contra territorio ruso reconocido internacionalmente desde el inicio de las hostilidades en febrero de 2022. El avance fue rápidamente detenido por el Ejército ruso, pero los combates en la región continúan.
En las tres semanas transcurridas desde el inicio de la incursión, Ucrania ha perdido 34 vehículos de combate de infantería, 62 vehículos blindados de transporte de tropas, 432 vehículos blindados de combate y otros 201 vehículos. Las fuerzas rusas también han destruido 45 cañones de artillería y 13 sistemas de lanzamiento múltiple de misiles, incluidos cuatro lanzadores HIMARS proporcionados por Estados Unidos, según el Ministerio.
Kiev también perdió cinco sistemas de misiles antiaéreos, nueve estaciones de guerra electrónica, dos estaciones de radar contrabatería, un radar de defensa aérea, cinco piezas de equipo de ingeniería, incluidos dos vehículos de demolición de ingeniería y una unidad de desminado UR-77.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexánder Syrski, señaló que las tropas de Kiev no han logrado cumplir uno de los principales objetivos del ataque. El general indicó que el principal fin al planificar la operación era «desviar» una gran cantidad de las fuerzas rusas de las direcciones del frente clave, incluidas las de Pokrovsk (Krasnoarmeisk) y Kurájovo en la República Popular de Donetsk. Sin embargo, según declaraciones de Syrski, Moscú «lo entiende», por lo tanto, «sigue acumulando sus fuerzas en la dirección de Pokrovsk».
Mientas, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, indicó que habrá una respuesta al ataque ucraniano contra la provincia de Kursk. «No estamos hablando aquí de una solución separada. Por supuesto, tales acciones hostiles no pueden permanecer sin una respuesta adecuada. Y, sin duda, habrá una respuesta», dijo el representante del Kremlin.